jueves, 21 de febrero de 2008

Bueno, bonito y barato

Hablando de las cualidades de un producto o servicio, un maestro de la facultad nos decía que podía ser:
• Barato
• Rápido
• Bien hecho

El "pero" está en que difícilmente encontraremos los tres en un mismo producto (o servicio). ¿Será cierto? Hasta donde lo he pensado, siempre se cumple:

• Si es rápido y barato, no esperes que esté bien hecho.
• Si está bien hecho y es barato, no estará en poco tiempo.
• Si está rápido y bien hecho, no será barato.

No es pesimismo. Piénsalo. Siempre sucede.

miércoles, 20 de febrero de 2008

Y seis años después...

Estoy a unos días de cumplir seis años de trabajar en este lugar. El primer día que me quedé fuimos al sótano por la computadora que iba a usar. Minutos después de empezar a instalar Windows 2000 apareció un mensaje de error avisándome que no encontraba disco duro. Efectivamente, la computadora no tenía disco duro. Buena broma, ingeniero :@

Me dieron uno usado que tenían guardado. Al poco tiempo empezó a fallar el disco. Fue entonces cuando me dijeron que se lo habían quitado a otra computadora, porque estaba dañado. Fui objeto nuevamente de las bromas de mi jefe :@

Ya después me dieron un disco duro pequeño. Y mucho tiempo después me dieron uno más grande. Pero seguía con la misma computadora y seguía con Windows 2000. Poco a poco fueron cambiando todas las computadoras de la oficina a Windows XP. Menos la mía (tiene sus ventajas ser empleado de Informática). En este caso, me resistí al cambio porque veía que las computadoras de mis compañeros estaban terriblemente lentas con WinXP (ellos NO aprovecharon la ventaja de ser empleados de Informática).

Computadoras nuevas iban y venían y nunca se quedaban para nosotros, siempre eran para otras áreas. Hasta hace unos días :D

Computadora nueva y de marca, con quemador de DVDs, monitor LCD con bocinas integradas, y sin lector de diskettes. Mouse infrarrojo y el teclado suavecito, ni ruido hago mientras escribo esto. ¡Y ocupa muy poco espacio!

Viene con Windows XP preinstalado... de modo que con esto dejo de ser usuario de Win2000. Incluso en mi casa dejé de usarlo el año pasado. Después de tanto tiempo de preferirlo, me veo en la necesidad de hacerlo a un lado (y sin resistirme).

Bueno, basta de nostalgia y a disfrutar mi compu nueva ;)

martes, 12 de febrero de 2008

Antes de que se me olvide

Cuando estuve en Mérida, en el tour a Chichen Itzá, conocí a un tipo y a su esposa. Él era de Colombia (creo), tenía tiempo viviendo en Tijuana y estaban recién casados. Él había viajado mucho, pero no como turista, sino llegando a establecerse en cada lugar: buscando casa y trabajo. Incluso estuvo viviendo en Guadalajara, trabajando como profesor en la Universidad Autónoma de Guadalajara, que es una universidad privada. Resulta que lo corrieron porque él "tiraba a zurdo en sus ideas" (como dice Luis Eduardo Aute refiriéndose a Joaquín Sabina). Su pensamiento era de izquierda y parece que en esa universidad no comparten esas ideas.

Bueno, bueno. El punto es que me dio unos tips para quien se va a vivir a otra ciudad:

1.- Buscar trabajo de lo que sea. No ponerse exigente a la hora de aceptar un empleo.
2.- Alojarse en casas de huéspedes. Porque suele ser un lugar seguro para quien anda solo en un lugar donde no conoce a nadie. Y quizá se pueda comer ahí.
3.- ¡Comer en los mercados! Para conocer la verdadera comida típica, qué mejor que los mercados.
4.- Leer el periódico local. Para ir conociendo la problemática de la ciudad.

Ese último punto no me parece muy mal, pero conociendo los periódicos que están llenos de malas noticias, pues está de pensarse.

Al final agregó lo conveniente de tener una actitud positiva y estar abierto a conocer gente. No ser un turista más, sino alguien que está echando raíces, aunque la estancia no sea por mucho tiempo.

Ésta es la primera vez que los escribo. Se me quedaron muy bien grabados en la mente, aunque eso pasó hace... más de tres años. Se los dejo para que tomen lo que les sirva.

viernes, 8 de febrero de 2008

Pendientito

Esa expresión se la robé tomé prestada a Germán Dehesa. Se refiere a esos "asuntitos" pendientes que vamos dejando a lo largo de nuestra vida. Incluso los asuntos "más urgentes y supuestamente impostergables", dice Dehesa.

En Noviembre de 2004 estuve en Morelia y dejé un "pendientito". Les cuento desde el principio:

La primera vez que visité la ciudad de Morelia con plena conciencia fue hace como 10 años. Aquella vez conocí el Santuario de la Virgen de Guadalupe y me gustó mucho pero como había misa y estaba lleno de gente, sólo llegué a la entrada y desde ahí admiré la sorprendente decoración interior. De esa ocasión sólo recuerdo que había muchas florecitas en bóvedas y paredes.

En 2004 volví a Morelia en excursión, acompañado de unos amigos. El último día teníamos la mañana libre y nos fuimos a desayunar al mercado. Mi amigo y yo les dijimos a las muchachas que nos separaríamos para que cada quien fuera a hacer lo que quisiera. Yo quería ir a tomar fotos a la Catedral, comprar dulces, tomar fotos en el Santuario de Guadalupe (en ese orden) y regresar al hotel para abordar el camión. Las muchachas no acataron la orden. Dijeron que ellas NO tenían nada qué hacer y que NO conocían la ciudad y que mejor se andarían con nosotros para no perderse. El resultado fue fatal (para mí). Tardamos horas (estoy exagerando para hacerlo más dramático) en llegar a una tienda de dulces en la que no iba a comprar, permanecimos horas en ella, fuimos a Catedral y estuvimos otro buen rato (nótese la disminución del dramatismo)... A toda prisa fuimos a otra tienda de dulces... y luego a una tienda de café y chocolate, y de ahí nos fuimos corriendo (así ocurrió, no es una exageración) al hotel porque ya era la hora de abordar el camión. ¿Y el Santuario de Guadalupe? Bien, gracias :(

No se me presentó otra oportunidad de estar en Morelia hasta principios de este mes. Estando allá me acordé de mi triste historia referente al Santuario de Guadalupe y les propuse a mis amigos ir a visitarlo. Fuimos de noche el primer día que estuvimos allá. Obviamente estaba cerrado pero les dije que ése era el lugar que quería visitar. El segundo día no estuvimos en Morelia hasta muy tarde y el plan para el tercer día era darse una vuelta a Quiroga para cumplir con un encargo que les hicieron a mis amigos...

¿Y si no voy con ellos a Quiroga? Volví a preguntar por el plan para el tercer día para saber cuánto nos tardaríamos en ir y regresar. Al no saber exactamente los tiempos y con la experiencia de la vez anterior que estuve en Morelia, decidí no ir con ellos a Quiroga. Sabia decisión. Me fue excelente. Hice todo lo que tenía que hacer: tomar fotos en Catedral, ubicar el templo y exconvento de San Francisco, ubicar la tienda de dulces, tomar fotos al acueducto y llegar finalmente al Santuario de Guadalupe. Afortunadamente estaba abierto e iba saliendo un grupo de turistas. Todo el templo para mí solo. La luz de la mañana apenas entrando por la puerta y por los vitrales de la cúpula. La decoración, mejor de lo que recordaba: muchas flores y muchos detalles en oro. Precioso.

Guadalupe 2/2 Guadalupe 1/2


Hora de desayunar en las bancas de enfrente. El tiempo justo para regresar a comprar los dulces (de ida, sólo ubiqué la tienda y estaba cerrada), tomar más fotos en Catedral (de ida, había misa y, después de tomar algunas fotos, me dijeron que estaba distrayendo a la gente, misma que, seguramente, estaba en todo menos en misa) y regresar al hostal a terminar de empacar.

Camino al hostal me dieron un volante sobre una exposición de instrumentos antiguos de tortura... Bien, que quede como "pendientito" para la próxima... ;)

jueves, 7 de febrero de 2008

Santo Remedio

Guadalajara me enferma. Así de drástico. Y me pesa decirlo. Hace poco más de un año me estuve enfermando muy seguido de las vías respiratorias y el homeópata me decía un montón de cosas. Entre ellas, que me hacía daño la contaminación del aire. Desconfiado como siempre, no le creí.

Ya en otras ocasiones me había dado cuenta que cuando salía de viaje no me sentía mal, aunque trajera irritación en la garganta antes de salir de la ciudad. Pero ahora quedó confirmado lo que decía el doctor. Salí de viaje el fin de semana a la ciudad de Morelia (no puedo evitar mencionarlo: el centro histórico es precioso) y me sentí super bien, a pesar de que iba saliendo de la gripa. Regreso a Guadalajara y como que me falta el aire... el aire limpio.

O... ¿¿¿no será que lo que me enferma es el aire de esta oficina donde trabajo y escribo mi blog???

P.D.: Ingeniero, no se crea, este blog lo escribo desde mi casa :$

miércoles, 6 de febrero de 2008

Hostal

No, no haré la reseña de una película que no he visto, es que el fin de semana pasado estuve hospedado por primera vez en un hostal. El organizador del viaje decidió que ahí nos quedaríamos. Él los recomienda. Yo todavía no.

Todavía les tengo mala idea por el aspecto de la gente que vi en un hostal de Mérida y otro de Guadalajara. No voy a ahondar en eso del aspecto de la gente pero me parece importante a la hora de decidir quedarme en un lugar y sentirme cómodo.

¿Hay que llevar toalla? ¿Almohada? ¿Es seguro? ¿Seguro-seguro? Esas dudas me asaltaron un día antes del viaje y tuve que preguntar a la asistente del organizador. Olvidé preguntar por las cobijas. Uno nunca sabe. Me contestaron que sí era seguro, que allá había almohadas pero que sí llevara toalla. Total, si no había cobijas, podría taparme con la toalla (siempre y cuando no estuviera mojada).

La idea del hostal es algo así como lo mínimo indispensable, lo cual concuerda perfectamente con mi filosofía de vida... Lo malo es que ese concepto depende de cada persona.

Por ejemplo: el baño. En mi opinión, el baño del cuarto tiene un espacio inferior al mínimo indispensable. Me refiero específicamente al espacio frente al escusado... era muy reducido. Y no daré detalles de mis experiencias en ese baño. También nos hizo falta algo en qué poner las mochilas que no fuera el suelo.

Del resto no tengo quejas. El cuarto bastante amplio. Con olor a ropa limpia. El lavabo afuera del baño (muy conveniente cuando son varios los que se hospedan en el cuarto). Almohadas, cobijas, toallas. Televisión con cable!!! Nada más no pedimos el control remoto, sólo me esperaba a que mis compañeritos se durmieran para levantarme a apagar la tele. Gente amable en recepción. Asean diario los cuartos y tienden las camas (en verdad que pensé que no lo harían). Lo poco que vi del hostal tenía muy buen aspecto. Los pocos huéspedes que vi eran comunes y no tan corrientes ;)

Conclusión: saldo blanco, aunque me falta ver la película...